Mi historia.
Sin filtros, sin postureo.

35 años sudando en cocinas, no posando para Instagram. De fregar platos con 16 años a usar IA para revolucionar la hostelería.

Me llamo Guillermo Bernal Garrido. Tengo 52 años, nací en Linares, Jaén, y llevo más de 35 años en este negocio. No soy un chef de Instagram. No salgo en programas de televisión. No tengo estrella Michelin.

Soy un superviviente. Un tipo que empezó fregando platos con 16 años y que ha visto el lado feo de la hostelería que nadie pone en las redes sociales. He sudado, he llorado, me he quemado, me han gritado, y he aprendido que en este negocio o eres honesto o te hundes.

Vivo en Barcelona, en un piso con cocina americana donde cocino más que duermo. Tengo una hija de 24 años y a Pisto, mi perro, un cruce de labrador y pura mala leche que es mejor gerente que el 90% de los jefes que he conocido.

Esta es mi historia. La real. La que no sale en los libros de cocina.

El Camino de un Superviviente

Conoce a Pisto, mi mejor gerente.

Pisto llegó a mi vida hace 8 años. Es un cruce de labrador y pura mala leche. No ha ido a ninguna escuela de negocios, pero dirige mi vida con una maestría que ya quisieran muchos managers.

Su filosofía es simple: el proveedor que llega tarde, se lleva un ladrido; si no hay nada que hacer, se duerme; y se hace respetar sin decir ni una palabra. Me ha enseñado más sobre gestión que cualquier libro.

De esclavo del teléfono a chef libre.

Hace unos años, estaba reventado. El teléfono sonando todo el día. WhatsApps sin parar. Reservas mal apuntadas. Estaba a punto de tirar el móvil a la basura cuando descubrí la inteligencia artificial. Así nació Son-IA, mi socio invisible.

Ahora tengo tiempo para hacer lo que me gusta: cocinar, hablar con mis proveedores y no sentir que he malgastado otro día de mi vida.

Hoy, 35 años después, las cosas son completamente diferentes.

Tengo 52 años, dirijo "La Finca del Sabor" en Barcelona, y he creado una línea de productos que nace de cada cicatriz de esta profesión: calzado que no te revienta los pies, calcetines que aguantan 18 horas, y Son-IA, la IA que me devolvió la vida.

Pero esto es solo el principio. Tengo salsa brava que pica más que la factura de la luz, y mucho más que iremos anunciando. Cada producto nace de un problema real que YO he vivido.

Lo más importante: ayudo a profesionales con herramientas que funcionan, porque he estado donde tú estás. He cometido todos los errores y sobrevivido para contarlo sin filtros.

Mi hija dice que soy un cascarrabias. Pisto opina que soy demasiado blando. Yo creo que simplemente soy honesto.

Sígueme. El viaje acaba de empezar.

¿Hablamos?

Si estás en este negocio o simplemente quieres conocer la realidad sin maquillaje, sígueme.